Departamento de antigüedades egipcias y de Oriente Próximo
Departamento de antigüedades egipcias y de Oriente Próximo

Departamento de antigüedades egipcias y de Oriente Próximo

El Departamento de antigüedades egipcias y de Oriente Próximo, dependiente del Departamento de Arqueología, tiene competencia respecto a los materiales concernientes a las culturas de Egipto —faraónico y copto—, de Oriente Próximo Antiguo, y a un interesante núcleo de material islámico. Las áreas museísticas bajo su responsabilidad son el Museo Gregoriano Egipcio, la llamada Escalera de Julio III y cuatro almacenes en los que se conservan tales materiales. Se trata de cerca de 10.000 obras inventariadas, de las cuales cerca de 1.000 en exposición.

El Museo Gregoriano Egipcio, fundado en 1839 por el papa Gregorio XVI, constituye el núcleo histórico de las colecciones. En el museo confluyen obras egipcias que se encontraban en el Vaticano ya desde fines del s. XVIII, además de todas las antigüedades egipcias y de estilo egipcio halladas en Roma. Uno de los núcleos más significativos proviene de la villa del emperador Adriano en Tívoli. También confluyeron en el nuevo museo los papiros egipcios de la Biblioteca Apostólica Vaticana y las antigüedades egipcias reunidas por coleccionistas y anticuarios de aquel tiempo, entre los cuales la colección de Silvestro Guidi. Un núcleo interesante se añade inmediatamente después de la fundación del museo con la llamada Expedición Romana en Egipto (en los años 1840-1841), por voluntad de Gregorio XVI.

A lo largo del tiempo se fueron añadiendo núcleos de coleccionistas importantes, donados en diversas ocasiones. Se mencionan entre otros las obras del Jedive de Egipto (en 1894 y en 1900), del Comité de la Exposición Universal de Turín (1900), del Museo Guimet (1903), de la Academia Americana de Roma (1948) y de la viuda de Carlo Grassi (1951). La última conspicua donación se remonta a 1999, cuando el célebre historiador del arte Federico Zeri dio, como legado testamentario, su colección de retratos de Palmira —que hoy todavía sigue siendo la colección más importante en su género en Italia— y un retrato del Fayum.

El egiptólogo padre barnabita Luigi Maria Ungarelli (1779-1845), uno de los primeros discípulos en Italia de Jean-Francois Champollion y de Ippolito Rosellini, fue el primer “Inspector del Museo Egipcio”, a quien se debe también el primer montaje. A su muerte le sucedió el arqueólogo  Marucchi hasta 1931 y después Alberto Tulli hasta 1942. El egiptólogo Sergio Bosticco fue un gran colaborador tras la Gran Guerra durante muchos años, hasta que en 1966 mons. Gianfranco Nolli fue nombrado Inspector con el encargo de crear también una “Sección Bíblica”, que debía reunir testimonios de la tierra de Palestina, para luego ampliarse al área de Oriente Próximo Antiguo. En el Reglamento de los Museos Vaticanos de 1971 nace, por consiguiente, la “Departamento Antigüedades Orientales” (que abarcaba el Museo Egipcio y esta nueva sección próximo-oriental), que se fue ampliando significativamente con el Depósito de la colección del Pontificio Instituto Bíblico de Roma en 1982.
Al egiptólogo Jean-Claude Grenier, responsable del Departamento en los años 1985-1989, se debe la última nueva disposición de todo el museo, que se fecha en 1989. El orientalista Lorenzo Nigro, responsable desde 1998 hasta 2005, se dedicó en particular al montaje de las últimas salas del museo dedicadas a las antigüedades de Oriente Próximo. Desde 2006 es responsable la egiptóloga Alessia Amenta y desde 2008  el Departamento cambió su nombre, para llamarse “antigüedades egipcias y de Oriente Próximo”.