Museo Pío Clementino

Museo Pío Clementino

El núcleo original de las colecciones papales de escultura clásica tiene inicio en el "Patio de las Estatuas" (hoy conocido como “Patio Octógono”) del papa Julio II (1503-1513). En la segunda mitad del siglo XVIII, las colecciones papales se agrandaron, tanto por las excavaciones en el territorio romano y del Lacio, como por las adquisiciones realizadas por coleccionistas o anticuarios.
Bajo la influencia del pensamiento de la Ilustración fueron acogidas en un museo público en el sentido moderno, con el objetivo de proteger las obras de arte antiguas y de promover su estudio y conocimiento. El museo llamado Pío Clementino, por el nombre de sus fundadores Clemente XIV Ganganelli (1769-1774) y Pío VI Braschi (1775-1799), consistía en salas de exposiciones, creadas mediante la adaptación de los edificios ya existentes y la construcción de otros nuevos, tanto en el interior como en las proximidades del renacentista Palacete del Belvedere de Inocencio VIII. Aquí se colocaron esculturas antiguas, a menudo completadas en gran parte por los restauradores de la época.
Las arquitecturas neoclásicas se construyeron bajo la dirección de Alexander Dori, Michelangelo Simonetti y Giuseppe Camporese, y se enriquecieron con el trabajo de un gran grupo de pintores y decoradores.
Con el Tratado de Tolentino (1797), el Estado de la Iglesia se vio obligado a ceder a la Francia de Napoleón las principales grandes obras maestras del museo, que fueron trasladadas a París. Más tarde, después del Congreso de Viena (1815) y gracias a la diplomática labor de Antonio Canova, la mayoría de las obras fueron recuperadas.