Raffaello Sanzio, Transfiguración

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Raffaello Sanzio, Transfiguración
Raffaello Sanzio, Transfiguración
Sala VIII. s. XVI

El Cardenal Julio de' Medici encargó dos cuadros destinados a la catedral de San Justo de Narbonne, ciudad de la que el cardenal de' Medici (futuro papa Clemente VII) se había transformado en obispo en el año 1515: la Transfiguración, a Rafael, y la Resurrección de Lázaro (actualmente en la National Gallery de Londres), a Sebastián del Piombo. La Transfiguración no fue enviada a Francia, ya que tras la muerte de Rafael (1520), el cardenal se quedó con ella, regalándola más tarde a la iglesia de San Pedro en Montorio, lugar donde fue colocada en el altar mayor. En 1797, a raíz del Tratado de Tolentino, esta obra, como muchas más, fue llevada a París y devuelta en 1816 tras la caída de Napoleón; fue entonces cuando entró a formar parte de la Pinacoteca de Pío VII (pontífice desde 1800 hasta 1823).
En el retablo se describen dos episodios narrados uno detrás del otro en el Evangelio de Mateo: la Transfiguración, arriba, con el Cristo en gloria entre los profetas Moisés y Elías y, abajo en primer plano, el encuentro de los Apóstoles con el niño endemoniado que será curado milagrosamente por Cristo tras su regreso del Monte Tabor.
El cuadro es el último realizado por Rafael y puede considerarse como el testamento espiritual del artista. La obra, según la biografía escrita por el célebre artista y biógrafo del siglo XVI Giorgio Vasari, es "la más celebrada, la más bella y la más divina".