Pinacoteca

Pinacoteca

El 27 de octubre de 1932 se inauguraba la nueva Pinacoteca Vaticana en el edificio expresamente construido por el arquitecto Luca Beltrami según los deseos y las directrices de Pío XI. Surge en una parte del Jardín Cuadrado del siglo XIX, aislado y rodeado completamente por avenidas, en un lugar que se ha considerado apto para dar las mejores condiciones de luz en relación con la correcta conservación de las obras, así como una óptima valorización estética de las mismas. De esta manera se daba por resuelta la vieja cuestión concerniente a la exposición de las pinturas, trasladadas continuamente dentro de los Palacios Apostólicos por la falta de una sede adecuada a su importancia.
Una primera colección de sólo 118 valiosas pinturas fue creada por el papa Pío VI alrededor de 1790, la cual duró poco ya que, tras el Tratado de Tolentino (1797), algunas de las obras de arte más importantes fueron transferidas a París. La idea de una Pinacoteca, considerada en sentido moderno como exposición abierta al público, no surge hasta 1817, tras la caída de Napoleón y la consiguiente restitución al Estado de la Iglesia de gran parte de las obras de su pertenencia, según las directrices del Congreso de Viena. La colección ha seguido creciendo con el tiempo mediante donaciones y adquisiciones hasta alcanzar el núcleo actual de unos 460 cuadros, colocados en las dieciocho salas según criterios cronológicos y de escuela, desde los llamados Primitivos (siglos XII-XIII) hasta el siglo XIX. La colección incluye algunas obras maestras de los mayores artistas de la historia de la pintura italiana, de Giotto al Beato Angélico, de Melozzo da Forlì al Perugino y a Rafael, de Leonardo a Tiziano, el Veronés, Caravaggio y Crespi.