Galería Lapidaria

Galería Lapidaria

La Galería Lapidaria, sede de la colección lapidaria vaticana más rica, ocupa la parte meridional del largo pasillo que se construyó para unir el Palacio Vaticano con el Palacete de Belvedere y antiguamente denominado Ambulacrum Iulianum del nombre del papa Julio II (1503-1523) o “corredor de Bramante”, del nombre del arquitecto que lo diseñó. ­­El núcleo inicial de la colección, que comienza bajo Clemente XIV (1769-1774), fundador del Museo Clementino, y se enriquece más tarde con las adquisiciones de los pontífices Pío VI y Pío VII y con las donaciones de colecciones privadas (Zelada, Galletti, Rusconi, Marini), estaba dispuesto, ya en 1772, en la parte norte del ambulacro. Cuando Pío VII decidió crear aquí el actual Museo Chiaramonti, las lápidas —entre 1805 y 1808— se arrancaron de las paredes y se trasladaron a la hodierna Galería, que en aquellos años veía también la llegada de numerosos epígrafes de nueva adquisición. El coordinador de dicho montaje fue Gaetano Marini, coadjutor del Prefecto del Archivo Vaticano desde 1772, Prefecto desde 1798, primer Custodio de la Biblioteca Apostólica desde 1800. ¿Por qué un funcionario de la Biblioteca? Porque entonces ésta tenía competencia sobre la colección epigráfica: las inscripciones lapídeas eran asimiladas a los manuscritos y los documentos impresos como fuentes de conocimiento. La Galería constituyó, en efecto, una auténtica “biblioteca de piedra”, vestíbulo de la de libros (que tiene su antigua entrada en la Galería misma) y rica de más de 3400 “páginas” escritas en lápidas, bases, cipos, urnas cinerarias, aras, sarcófagos fechables entre el siglo I sec. a.C. y el siglo VI d.C. Distribuidas en 48 paredes (algunas montadas también posteriormente en el Marini) según el contenido —religión, emperadores, cónsules y magistrados, ejército, profesiones y oficios, familia y sociedad, cristianismo, excavaciones de Ostia— constituyen una fuente importante para el conocimiento de numerosos aspectos del mundo antiguo y tardo-antiguo: pueblos, naciones, relaciones internacionales, guerras, ejército y marina, estructuras administrativas, burocráticas, jurídicas, económicas, nombres de persona y síntesis biográficas (carreras, profesiones), clases sociales, religiosidad y espiritualidad personal o colectiva, honores tributados a personas vivas y conmemoraciones de personas fallecidas, actos de munificencia privada y pública en campo social, edilicio, religioso, culto de los muertos y de la tumba, testamentos, formas privadas y públicas de vida asociativa, avisos, señalaciones, prohibiciones, rótulos, inventarios y datos topográficos. Sarcófagos, aras y bases se encuentran también sobre el pavimento.
Las paredes cuentan con leyendas en latín que se remontan en parte al montaje de Marini y están numeradas (con números romanos), entrando por el Museo Chiaramonti, en orden decreciente alternativamente pares a la derecha e impares a la izquierda.

Por comodidad, aquí la presentación está organizada por secciones temáticas correspondientes a paredes o grupos de paredes, primero del lado izquierdo (a partir del Museo Chiaramonti hasta el fondo de la Galería), después del lado derecho (procediendo en sentido inverso). Dentro de cada sección se mantiene la numeración decreciente de las paredes a lo largo del lado izquierdo, para retomar la numeración progresiva a lo largo del lado opuesto.